martes, 12 de enero de 2010

La ladrona de libros.. Breve comentario personal.

La ladrona de libros.
Un breve comentario.
Zufriedenheit: Felicidad.
Este libro inspira releerlo, porque simplemente, sencillamente es humano y todos nos parecemos a los personajes, somos semejantes a ellos, la vida, nuestra vida es un diccionario trazada por palabras tan importantes como estas: 1. Zufriedenheit- Felicidad. 2. Verzeihung- Perdón. 3. Angst-Miedo. 4. Wort- Palabra. 5. Gelegenheit-Oportunidad-Progreso. 6. Elend- Desdicha.7.Schweigen-Silencio.8-Natchtrauern-Arrepentimiento.

Un concierto de palabras que son elixir de amor hacia las cosas y situaciones simples de la vida, esas que se traducen en una búsqueda loca e irrisoria de los hombres: La felicidad real y perfecta… en medio de un mundo convulsionado, ahogado por esas ansias de saborear la falsa felicidad: el poder y el domino sobre el prójimo.
Liesel Meminger, es una niña a quién LA MUERTE, admira y aprende de ella. La primera vez que LA MUERTE la ve, es cuando llega por su hermanito de ojos azules y de apenas seis años, quien murió en el tren que se dirigía a Munchenstrasse.
La madre de Liessel es comunista, es 1939 ( Se aproxima la guerra), ahora su hermanito de seis años murió, su madre debe proteger a Liesel, por eso se dirigen a Munchenstrasse, Liesel vivirá con Hans Huebberman y su esposa Rosa.
Rosa es mal hablada y regañona, Hans es un hombre sensible y muy cariñoso, es pintor de brocha gorda y toca el acordeón (es castigado por un soldado nazi quien le imprime seis latigazos en su espalda por dar un mendrugo de pan a un judío moribundo, cuando desfilaban por Munchenstrasse.) Trata a Liesel con delicadeza, la niña de once años tiene pesadillas por la muerte de su hermano y el abandono de su madre, así que Hans en las madrugadas cada vez que la pequeña se despierta asustada por La Muerte, toca el acordeón y decide enseñarle a leer porque descubre el primer libro que Liesel hurtó: El MANUAL DEL SEPULTURERO,( no será hasta después cuando su amigo de la escuela Rudy Steiner admirador de Jessie Owens el atleta, la llamara ladrona de libros, cuando deciden entrar a robar como juego y en busca de comida a la casa del alcalde), el libro se le cayó al joven que sepultó a su hermanito en el cementerio.
Así Liesel, por casualidad robaba libros y se topaba con La muerte, quien una y otra vez se justificaba a sí misma por sus actos, ella no era precisamente perversa, su trabajo, trasportar las almas al cielo a veces le pesa.
“Un pasaje nocturno” . Habla la muerte.
Bastante más tarde caí en la cuenta de que ya había visitado el número treinta y tres de Himmelstrasse, por esa época. Debió de ser una de las pocas veces en que la niña no estaba a su lado, pues lo único que vi fue un hombre postrado. Me arrodillé. Me preparé para meter las manos por debajo de las sábanas y entonces sentí un resurgir, una lucha a muerte por sacárseme de encima. Me retiré, y con todo el trabajo que tenía por delante fue agradable que me expulsarán de esa habitacioncita a oscuras. Incluso me permite una pausa. Un breve disfrute de la serenidad, con los ojos cerrados antes de salir de allí.

La parte del libro que más me ha gustado es precisamente esa que te describo al inicio: descubrir en medio de la vida caótica: la felicidad perfecta: las cosas y detalles simples.
Hans Huberman le debe un favor a un viejo amigo, quien durante la guerra, le salvó la vida, ahora su hijo llamado Max, joven de veinticuatro años (quien se convierte en el gran amigo de Liesel), huye de Hitler, tiene en común con la niña las pesadillas nocturnas, el sueña que se enfrenta en una lucha de boxeo con Adolfo Hitler y logra ganar la lucha.
Hans, Rosa y Liesel lo esconden en el sótano, pasa el tiempo leyendo “ Mein Kampp” ( Mi lucha, escrito por el mismo Hitler) y conversando con la niña en medio de los tarros de pintura, un día Max dibuja en la pared una cuerda de nubes que llega hasta el sol, imaginan que ambos caminan sobre ella. Para el cumpleaños de Liesel el arranca las páginas del MEIN KAMPP, las pinta de blanco y allí escribe un libro de regalo para la niña: EL VIGILANTE: trata de que él descubre que todos los hombres que lo vigilan durante su vida son sus amigos y la última dice, no es un hombre.
Max enferma por causa del muñeco de nieve que Liesel le hace en el sótano, durante su recuperación, ella le regala pequeñas cosas, muy simples como una pluma, una piedra y una nube: ella la memoriza, la imagina y luego se la describe, estos detalles le devolvieron la vida a Max y LA Muerte se sintió complacida de retroceder.
Liesel me regalo palabras para ser mejor persona.
Ah, ella regala palabras porque cuando están varias familias escondidas en un sótano por los bombardeos les lee los libros que se robó. Por cierto siempre roba libros con el lomo rojo y negro: sangre y muerte. El último que roba tiene la tapa Verde y se llama El repartidor de sueños.
Pareciera que el libro se come….. por eso necesitaba regalar las palabras.

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